Esta caja de acuarelas es una de las cosas que con más cariño he podido guardar. Me gustó tanto desde el primer día que intenté usarla lo menos posible. Aún así varias veces cayó en manos de uno de mis sobrinos. Pese a todo se sigue escapando y está bastante bien conservada. No logro recordar el año, pero la compré en los setenta.
¡Yo la usé... y me encantaba!
ResponderEliminarEs una maravilla. La primera vez que lo vi me dejó con la boca abierta y ahora me ha pasado igual.
ResponderEliminarEs un auténtico tesoro!!! que preciosa!!!, ponla a buen recaudo, no vaya a ser que alguien vaya a hacer alguna trastada ;-)
ResponderEliminar¡Qué maravilla poder ver de nuevo mi vieja caja de acuarelas! ¡Y a todo lujo de detalle! Hasta me viele el olor a plástico húmedo de los pozillos... sniiiiiiffffff!!!!
ResponderEliminarYa digo que cada vez me alegro más de haber podido conservar esta caja.
ResponderEliminarYo tuve cajas de acuarelas, pero no eran estas, que suerte! Lola!!!
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